Cómo elegir los números de Mega Millions

La oportunidad de hacerse multimillonario al instante, de cambiar su cubículo por una isla privada, de cumplir por fin el sueño de tener un carpincho como mascota (porque, ¿por qué no?)… es suficiente para hacer girar la cabeza de cualquiera. Pero antes de salir corriendo a comprar todos los boletos de Mega Millions de la estantería, guarde sus calcetines de la suerte (porque, oye, no hace daño, ¿verdad?). Elegir los números de Mega Millions no es como elegir la compra: no hay garantías de que vaya a salir con la combinación ganadora. Sin embargo, hay formas de abordar el juego que pueden hacerlo mucho más divertido, y tal vez, sólo tal vez, incluso provocar un poco de buena suerte en el camino.

Abraza el absurdo:

Seamos sinceros, las probabilidades de ganar el Mega Millions son tan altas como las de encontrarte con un unicornio que escupe fuego mientras escalas el Everest en pijama. Así que, en lugar de estresarte por las estadísticas, ¿por qué no aceptar lo absurdo de todo esto?

*Canaliza tu numerólogo interior:** ¿Tienes un número de la suerte? ¿Has visto últimamente el número 13 por todas partes? ¡A por él! Puede que la numerología no tenga ningún respaldo científico, pero es una forma divertida de personalizar tus elecciones e incluso de iniciar una conversación con la cajera (quién sabe, puede que sea tu amuleto de la suerte).
*Deja que tus sueños te guíen:** ¿Soñaste que te tocaba la lotería anoche? ¿Implicaba una serie concreta de números, o tal vez un boleto ganador escondido bajo un caniche parlante? No descartes esos sueños. Puede que tu subconsciente esté intentando darte un empujón en la dirección correcta (o puede que sólo sean los restos de pizza de la cena).
*Consulta a los «expertos»:** Tu pez de colores, el tío excéntrico de tu vecino, esa paloma que parece seguirte siempre… todos tienen ideas valiosas, ¿verdad? Pídales sus pronósticos y, quién sabe, tal vez descifren el código y marquen el comienzo de una nueva era de dominio de la lotería impulsada por las palomas (aunque no le recomendamos que ponga todos sus huevos, o billetes de lotería, en esa cesta).

Las estrategias «serias» (pero no realmente):

De acuerdo, tal vez no esté preparado para pedir consejo financiero a su pez de colores. He aquí algunas estrategias «serias» (entre comillas) que quizá no le garanticen la victoria, pero que al menos pueden hacer el proceso un poco más interesante:

*Mezcla: No elija sólo números pares o impares. Intente conseguir un equilibrio entre números altos y bajos, y evite elegir números que aparezcan juntos con frecuencia (porque, bueno, probablemente todos los demás estén haciendo lo mismo).
*Utilice el método «caliente y frío»: Este método consiste en elegir una mezcla de números que se han sorteado con frecuencia («calientes») y números que no se han sorteado en mucho tiempo («fríos»). La lógica es que con el tiempo, los números «fríos» tendrán su turno en el centro de atención (pero, de nuevo, no hay garantía).
*Elige números con significado personal: Cumpleaños, aniversarios, esa vez que te despertaste y encontraste una pila de tortitas perfectamente simétrica: úsalos como números de la suerte. Puede que no te den el premio gordo, pero sin duda harán que la experiencia sea más memorable.

Recuerde: Todo es cuestión de diversión (y quizá un poco de esperanza)

Al fin y al cabo, jugar al Mega Millions consiste en divertirse un poco y permitirse soñar con un poco de esperanza. Así que coge tus calcetines de la suerte, canaliza el susurrador de unicornios que llevas dentro y elige esos números con una sonrisa. Al fin y al cabo, aunque no ganes el premio gordo, puede que acabes con una historia que contar (y quizá con un nuevo aprecio por los unicornios que escupen fuego).

Ahora, ¡salga y conquiste el Mega Millions (o al menos ríase un buen rato intentándolo)! Recuerda que el número más importante es éste: moderación. No gastes más de lo que puedas permitirte y ten en cuenta que las verdaderas riquezas son las experiencias y los recuerdos que creas por el camino (y quizá algún encuentro ocasional con un carpincho, si tienes suerte).